Hola.
Después de unas semanas un poco caóticas, aquí estoy, de vuelta.
He de decir que muchas veces me preguntan en entrevistas cuál es mi parte favorita de todo esto que hemos montado (de One Cup).
Pues fíjate que siempre digo lo mismo: poder enseñar a los demás (en este caso a ti) lo que sé sobre el mundo del café. Porque esto del café de especialidad no es sólo el líquido marrón que sale de la máquina a la taza.
Por suerte, hay mucho más.
Y mi objetivo es que además de poder sorprender a esa chica que te gusta del curro o de clase, es que puedas conocer cómo y de dónde viene cada grano de café.
Hoy te traigo una cosa super curiosa que me pasó la semana pasada.
Resulta que el otro día conocí a una chica. Se llamaba Rosa, por cierto.
Rosa me dijo textualmente:
“Sé más de café que cualquier barista de estos que salen ahora por instagram”.
*imagino que me vería cara de barista y experto de café y por eso me lo diría*
Y claro… fue inevitable preguntarle para ver si eso era cierto (ni de lejos sabía más que yo).
Por cierto, mi intuición falla como la de todos (pero esta vez algo me decía que no me iba a fallar).
Así que le pregunté si sabía cómo se medía la calidad de un café bueno y de uno malo.
Spoiler: la chica me acabó hablando de lo que iba a hacer el finde.
¡NO TENÍA NI IDEA!
Resulta que al igual que en el mundo del vino, hay catadores de café. Éstos se encargan de evaluar y medir su calidad.
Se les llama “Q Grader” (ya sabes que todo lo que esté en Inglés, suena siempre mejor jaja)
Pues estos tíos se encargan de decir qué café es de especialidad y cuál no.
La certificación se obtiene superando un curso del CQI (Coffee Quality Institute) que utiliza el protocolo de catación de la SCA (Asociación de Cafés Especiales).
Esto último, más que nada para que lo sepas. Por si algún día decides tirar tu carrera de fútbol a la basura y meterte como “Q Grader”.
Debes saber que existen dos tipos de Q Grader: los que dominan el Arábica y los que dominan el Robusta. ¿La diferencia? Unos catan sutilezas, otros buscan intensidad. Pero ambos tienen algo en común: si no renuevan su licencia cada tres años, su título vale menos que un café recalentado.
Ésto último que te voy a contar, vale oro.
Y seguramente Rosa, tampoco tenga ni idea.
Existen seis factores que influyen en el sabor del café de especialidad.
El tipo de tueste.
La forma de elaboración y el ratio.
La proporción entre gramos de café y la cantidad de agua.
También influye el grosor de la molienda, el tiempo y la temperatura de extracción.
Ahora que ya sabes esto, te espero la semana que viene para enseñarte más sobre el café de especialidad.
Atentamente,
Héctor (One Cup Coffee Roaster)
Pd: le enviaré el link de este blog a Rosa